Navidad y atragantamientos: cenas, juguetes y “cuerpos extraños»
Como explica el Dr. José Manuel Gómez, médico especialista en Otorrinolaringología de nuestro Equipo, en esta época de celebraciones y reuniones navideñas, viene a nuestra cabeza un hecho que a todos nos preocupa.
El hecho en cuestión es atragantarse con algún trozo de comida o ver cómo le ocurre a otra persona. Cuando se trata de alguien cercano, la mayor angustia es la de querer ayudar y no saber cómo.
Es considerada la causa de muerte por accidente en el hogar mas frecuente en niños de 1-3 años, en su mayoría de sexo masculino.
Cuando una persona se atraganta y vemos cómo tose o intenta expulsar el cuerpo extraño, lo primero que tenemos que tener claro es justamente que la tos es el mejor mecanismo y la forma que tiene el cuerpo de expulsar ese cuerpo extraño.
Ante una persona que se atraganta y tose con una tos eficaz, no hemos de realizar ninguna intervención, puesto que esa es la mejor. Si intentamos dar la consabida palmada en la espalda, o intentar que beba agua, es cuando podemos complicar una situación, que por si sola, se va a solucionar. Si hay tos eficaz ante un atragantamiento, no hacer nada.
En cambio, cuando tenemos ausencia de tos, o tos ineficaz, es cuando tenemos que intentar ayudar a la persona que esta sufriendo este hecho. La por casi todos conocida como maniobra de Heimlich; asociada o no a unos golpes interescapulares, puede ser lo que le salve la vida a la persona.
Actualmente, gracias a internet, es muy sencillo visualizar un video con esta maniobra para tener claro cómo realizarla.
Consiste en una presión abdominal en dirección hacia el tórax ejercida desde la espalda de la persona que esta sufriendo el atragantamiento. Esto hará que aumente de forma súbita la presión intratorácica y los pulmones actúen como desatascador, expulsado bruscamente todo su contenido aéreo y arrastrando a su paso todo cuerpo extraño que se encuentre la columna de aire a su paso, en la vía aérea.
Cuando se trata de vía aérea en adultos, esto es lo mas eficaz, y el intentar manipular la vía aérea abriendo la boca e intentando rescatar algo con los dedos, puede ser contraproducente o agravar la situación.
En el caso de los niños es distinto, en leves matices. No solo pueden atragantarse por fragmentos de comida, si no que entran a colación también los juguetes o piezas de los mismos.
En primer lugar, diferenciaremos los bebés de los niños más mayores. En ambos casos, sigue en pie el hecho de que una tos eficaz es el mejor mecanismo de defensa. Si ésta no se produce, en el caso de los bebés, sí que procederemos a una inspección de la cavidad oral, y si ésta está limpia y no apreciamos nada, procederemos a dar unos golpes interescapulares con el bebé ligeramente inclinado hacia abajo para favorecer la expulsión del cuerpo extraño por efecto de la gravedad, para luego hacer unas presiones a nivel esternal, que sustituirían nuestra ya comentada maniobra de Heimlich.
En el caso de niños, el comportamiento seria el de los adultos.
Siempre debemos tener presente, que ante una situación de emergencia, mientras una persona actúa, otra debe avisar a los servicios de Urgencia , ya que si no se puede resolver la situación, el pronto aviso acorta los tiempos de respuesta y es la primera medida a tomar siempre.
Recordad que la tos y el estornudo son nuestros amigos en estos casos y que no debemos precipitarnos a efectuar maniobras intempestivas o tradicionales, pero si ser diligentes en nuestra ayuda.